El 28 de octubre 2011, en Eslovaquia, se inauguró el monumento del niño no
nacido de un joven escultor de ese país. El monumento expresa no solo el pesar
y arrepentimiento de las madres que han abortado, sino también el
perdón y el amor del niño por nacer hacia la madre.
La ceremonia de inauguración contó con la presencia del ministro de Salud
de ese país. La idea de construir un monumento a los niños por nacer fue de un
grupo de mujeres jóvenes madres que están muy conscientes del valor de toda
vida humana y el daño que se inflige también a la salud de la mujer.
El niño “no nacido”
La estatua es obra del joven escultor eslovaco Martin Hudáčeka que
"sorprende por su realismo y poética expresividad", según analiza
Carmen Bellver en su blog titulado 'Diálogo sin fronteras' en
Periodista Digital. "El niño parece esculpido en cristal, mientras se
arrodilla a su lado una madre arrepentida que se representa en piedra.
Materiales por sí mismos bastante metafóricos. A su vez el niño levanta la mano
sobre la cabeza inclinada de su madre, en un gesto de amor filial",
explica la autora en su espacio.
Bellver explica que hablar del aborto en un país como Eslovaquia con un
promedio de natalidad de 1,33 hijos por mujer," es bastante
representativo de cómo algunos países han caído en la cuenta del invierno
demográfico que les golpeará en apenas dos décadas".