jueves, 17 de septiembre de 2015

Ana Gallardo

En la muestra "Instrumentos", demuestra un interés casi sociológico en la utilización de objetos, asumiendo su uso cotidiano y al mismo tiempo develando su función y relación más particular, más íntima de cada sujeto con ellos.
En este sentido es importante la producción que genera en relación a un tema como el aborto, asumida casi como una militancia. La manera de abordar el tema, presentándonos objetos utilizados para la práctica de abortos, nos reclama reflexionar sobre la clandestinidad, posibles secuelas y posibles muertes, al mismo tiempo que nos visibiliza los métodos abortivos a los que acceden las mujeres que se encuentran en situación de vulnerabilidad social, y llamando la atención sobre la diferente calidad y atención de las prácticas abortivas según las clases sociales.
La artista trabaja casi exclusivamente con útiles, pero modificando su condición de tal, recontextualizándolos y otorgándoles visibilidad. En ocasiones incluye en sus instalaciones elementos de otras disciplinas como la fotografía o la literatura, poniendo de manifiesto una fuerte intertextualidad. En otras, pone en juego un conjunto complejo de elementos tradicionalmente extraartísticos, por ejemplo, en la instalación presentada en el sótano de un local de ropa, realizada con manojos de agujas de tejer oxidadas y curvadas por el uso, incluye sobre una de las paredes un texto de la religiosa brasileña Ivonne Guevara que decía “ Una sociedad que no ofrece condiciones objetivas para dar empleo, salud, vivienda y escuela, es una sociedad abortiva”4. Aquí nos encontramos con un espacio, unos materiales y un texto que nada tienen que ver por si solos con el ámbito de lo que habitualmente es considerado artístico.
 Entonces, un repertorio extenso de objetos de origen artificial, pero también de origen natural está presente en sus instalaciones: ramos de perejil, ramas de apio, agujas de tejer, pinzas, tijeras, cucharas, que en primera instancia y sin más información nos resultan familiares y nos remiten a su uso utilitario en lo gastronómico, o textil, o medicinal, etc., pero que con sólo la añadidura de un dato, esos objetos toman otra dimensión que nos lleva por un laberinto de significaciones. En consonancia con José Jiménez, no resultaría forzado relacionar esta situación con lo planteado por él, cuando refiriéndose a los ready mades, dice: “Al eliminar la finalidad práctica o material de los objetos (...) se propicia la consideración estética de los mismos, no en un sentido ornamental o sensible, sino en un sentido básicamente conceptual”.




En la zona que remite al aborto casero, clandestino, además de las consabidas agujas –que también sirven para tejer batitas–, de ramos invertidos del clásico perejil y una bolsa de residuos numerada, se presenta una suerte de kit de herramientas que de primera intención pueden parecer de cirugía, quizá de carpintería. Pero no, se trata de utensilios de cocina –pinche de brochette, cuchillos, espátulas, cucharita, cascanueces, descarozador, tijeras– pegados con cinta a la pared, entre los cuales hay un solo instrumento médicoginecológico, un medidor de diafragma.